Puesta en valor turístico de la Chiquitania

Sería una larga lista el nombrar a todos aquellos que han aportado en el proceso de restauración y preservación de los templos y cultura chiquitana, sin embargo con riesgo de olvidarme de algunos, deseo citar a: i) la iglesia católica que durante casi treinta años dedicó sus esfuerzos a buscar los recursos económicos necesarios, logrando la recuperación patrimonial de las iglesias jesuíticas, a través de los buenos oficios de sus obispos y vicarios, entre ellos don Monseñor Bonifacio Maderbacher, don Monseñor Carlos Stetter, etc. También a don Plácido Molina que con su fotografía y profunda preocupación sobre el deplorable estado en que se encontraban los templos, nos alertó sobre el grave estado de deterioro de los mismos.

Seria imposible olvidar nombrar a: ii) don Hans Roth que con su equipo de restauradores dedicó prácticamente su vida -durante 27 años- a una de las obras de restauración, en mi opinión, más importantes de la humanidad. Proceso que hoy en día es continuado por la institución Plan Misiones, en una acción conjunta entre los municipios chiquitanos con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional, AECI.

A esta lista hay que agregar a la Asociación Pro Arte y Cultura (APAC), quienes gracias al esfuerzo de don Alcides Parejas, don Marcelo Arauz, don Virgilio Suarez, doña Cecilia Kenning, y tantos otros; lograron que las Misiones Jesuíticas de Chiquitos pasen a ser inscritas como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO. Además, porque gracias al descubrimiento -realizado por don Hans Roth durante la restauración- de más de 3.000 páginas de partituras musicales en los templos de San Rafael y Santa Ana, APAC ha logrado ponerlas en valor creando el hoy conocido Festival de Música Barroca Americana, que se realiza en Chiquitos cada dos años y también los Conciertos de Temporada de Música Misional, que se realizan cada tres meses.

Si uno compara los templos jesuíticos que se encuentran en Brasil, Paraguay, Argentina, etc.; son lamentablemente ruinas a diferencia de los existentes en la Chiquitania, que aún siguen cumpliendo la función para la cual fueron creados, en ellos se escucha misa todos los días. La Chiquitania es en definitiva otro mundo, donde confluye la historia, la cultura, la música, su gente, la arquitectura extraordinaria de sus templos, la naturaleza; gestando un entorno mágico digno de ser visitado.